/en aquel sur,
un eterno verdor…/
lagunas azules
.
.
Sobrevino el silencio
con manso grito
el crepúsculo
un paisaje licuado
mostrando manojos
de aves
frente a las
ultimas fuerzas de la luz
Insuficientemente encadenados
nuestros dedos en el agua
codiciando palpar raigones, brazadas, y espesas algas
Qué empapada de cejas
.
.
me contagiaste
saber callar
encarando la
soledad en los sentidos
esa inconmensurable
cualidad de disección
que poseen los ojos
para coronar olores
Jadear
jadear redundadas veces,
jadear
el fulgor arcano de tu alias
y ser espectral
en la plenitud
acuarela del reflejo
.
.
.
Se mecen
las voces
de todos mis mudos
lagunas azules
donde preexistía la ocasión cercana de rodear vastamente
lo intenso de nuestras almas
.
.
.
en aquel sur
sé
que existe el verdor
(te amo)
M.L.